La oscuridad y la guerra se ciernen sobre el mundo de Luxendarc. Los cristales de los elementos que protegen y dan vida al mundo han sido mancillados y las Vestales, altas sacerdotisas protectoras de dichos cristales, son cazadas por los caballeros del cielo de Eternia. Entre todo este caos Agnes Oblige, vestal del cristal del viento, Tiz Arrior un héroe que ha visto su aldea masacrada, Edea Lee una noble renegada del reino de Eternia, y Ringabel, un misterioso personaje que posee un libro en el que está escrito el futuro, intentarán detener el avance de la oscuridad y devolver la luz al mundo.
Este es, a grandes rasgos el argumento de Bravely Default que, como puedes ver, contiene todos los clichés de los RPG’s de corte japonés que te puedas imaginar y eso es… fantástico.
Porque Bravely Default es exactamente eso, un JRPG clásico con todas las de la ley, de la vieja escuela, de esos que recuerdan enormemente a los JRPG que disfrutamos en las épocas de los 8, 16 y 32 bits (si estás pensando en los Final Fantasy hasta el IX o en los Dragon Quest aciertas de pleno) pero con añadidos, novedades y opciones que lo modernizaron para adaptarse al momento que le tocó vivir como buque insignia de los juegos de rol japonés en 3DS.
Como decía, la fórmula jugable de Bravely Default es la típica del género, muy parecida a la de los Final Fantasy más clásicos, aunque recibe influencias de otros juegos como Chrono Trigger, Lunar, Xenogears o Terranigma. Como en todos estos juegos, visitarás infinidad de localizaciones (todas ellas muy variadas), moviéndote de una a otra a través de un mapamundi. En cada lugar que visites habrá un montón de cosas por hacer, aparte de las tareas que te permitirán avanzar en la misión principal.
Sin embargo, estéticamente y en su planteamiento más básico, el título con el que Bravely Default guarda más similitudes es con el desconocidísimo Final Fantasy: The Four Heroes of Light, una joyita para Nintendo DS que simplificaba al máximo las mecánicas del género pero que en su sencillez conservaba el encanto más seminal del JRPG.
Igual que en éste, en Bravely Default también son cuatro los héroes en los que recae la nada desdeñable responsabilidad de salvar el mundo y, aunque pueda parecer que un número de protagonistas tan escaso implique poca variedad en opciones jugables, en la práctica no lo es en absoluto gracias a un aspecto fundamental en la enorme profundidad mecánica de Bravely Default: los oficios.
Pocos personajes pero mucha personalización
Nada menos que 24 es el número de oficios a los que todos los personajes pueden acceder. Aunque inicialmente sólo tienes unos pocos disponibles, pronto empiezas a acumular nuevos a medida que sigues la línea argumental principal y, como te puedes imaginar, descubres los que están escondidos por todo Luxendarc superando ciertas misiones secundarias o derrotando a algunos enemigos realmente duros de roer.
Hay oficios de todo tipo, desde los más clásicos (guerrero, caballero, mago blanco, mago negro, etc.) hasta otros mucho más atípicos y curiosos como: valkyria, pirata, invocador o estrella del pop. Hay profesiones para todos los gustos y cada una tiene su papel y utilidad en las batallas.
Este sistema es muy atractivo y aporta un nivel de profundidad muy elevado en la evolución de los personajes ya que cada uno de nuestros héroes puede utilizar simultáneamente una profesión principal más otra secundaria, lo que condiciona de forma notable sus atributos principales pero también les otorgarán la posibilidad de utilizar habilidades especiales.
Esta capacidad de combinar oficios aporta mucha flexibilidad y capacidad de personalización a la hora de componer tu grupo y pasarás horas probando combinaciones para encontrar la configuración perfecta para desarrollar esa estrategia de batalla invencible o, simplemente la que más te guste y que encaje con tus preferencias y estilo de juego (de hecho, hay algunas combinaciones de oficios tan devastadoras que incluso llegan a romper el equilibro del juego) y aquí es cuando toca hablar de lo mejor que tiene Bravely Default: su sistema de combate.
Batallas por turnos dinámicas y muy divertidas
Todo buen JRPG tiene en el sistema de combate uno de sus principales pilares y Bravely Default no es una excepción, con un sistema de batallas absorbente, profundo y, lo mejor, que se adapta a cualquier tipo de jugador/a.
En el juego los combates se desarrollan en un clasiquísimo sistema por turnos puro y duro que tienen lugar de forma aleatoria, es decir, que cada cierto tiempo y sin que aparezcan los enemigos en el escenario por el que te mueves, el juego muestra una transición, trasladándote al campo de batalla (tal y como era tradición en los títulos del género más clásicos pertenecientes a la era de los 8, 16 y 32 bits). Una vez da comienzo el combate te encontrarás en un escenario en el que se desarrollará la lucha, tu grupo de héroes en formación y, enfrente, los enemigos también en formación; todo con sus respectivas animaciones en bucle. Sencillo, clásico y eficaz.
Aquí no hay experimentos raros mezclando tiempo real, no hay sistemas de semi-turnos, no puedes moverte de forma limitada durante el combate, ni combinar acciones para hacer combos entre personajes. Sin embargo, para actualizar la jugabilidad, Silicon Studio añadió varias opciones para que las batallas sean atractivas, dinámicas y muy entretenidas; de hecho, en este juego, luchar es un auténtico disfrute… por no decir un vicio.
La novedad más importante es el sistema Brave & Default (que aporta su horroroso nombre al juego) y que dota a los combates de un componente estratégico muy interesante, un sistema que aunque es un poco complicado de explicar, a la hora de jugar en realidad es muy simple e intuitivo.
Cuando luches, aparecerá en pantalla la típica lista de comandos para que tus personajes actúen (combate, objeto, magia, etc.) y entre ellos verás dos pestañas nuevas: la de Brave y la de Default. Activar una vez el comando Brave permite al personaje realizar una acción adicional y puede usarse dicho comando hasta tres veces en un mismo turno, por lo que, por ejemplo, podrás hacer cuatro ataques o lanzar cuatro hechizos en el mismo turno. Sin embargo, a cambio, el personaje quedará inactivo sin poder hacer nada el mismo número de turnos como comandos Brave hayamos activado.
El comando Default hace justo lo contrario, cada vez que lo actives el personaje entrará en un modo defensa durante un turno, lo que reducirá notablemente el daño que éste reciba, pero también acumulará una acción a su reserva de acciones que en turnos posteriores podremos usar con el comando Brave.
Hasta aquí todo sencillo, pero la profundidad del sistema se dispara cuando el juego te plantea que puedes hacer movimientos especiales, ataques y conjuros que “cuestan” más de una acción durante ese turno (es decir, que requieren del uso del comando Brave), por lo que tienes que jugar bien con la reserva y uso de acciones para ejecutar la estrategia más adecuada para salir airoso/a de los combates.
Por ejemplo, contra enemigos débiles que puedes derrotar rápidamente, lo habitual es activar todos los Brave y lanzar sobre el enemigo una devastadora lluvia de ataques y conjuros, sin embargo contra enemigos finales lo suyo es tener a los personajes sanadores y defensivos acumulando Defaults para actuar cuando haga falta, mientras que los ofensivos atacan con todos los Brave a la vez para causar mucho daño o acumulan Defautls para lanzar ataque más poderosos y costosos; mientras, los de apoyo, jugarán de forma más equilibrada. Vamos, que el sistema es muy estratégico, versátil y súper divertido.
Silicon Studio también introdujo la posibilidad de ajustar dos aspectos importantes del combate que mejora mucho la calidad de vida del juego respecto a sus referentes clásicos: Podemos aumentar la frecuencia en que aparecen de los combates aleatorios para que sea mucho más fácil farmear si necesitamos subir de nivel, o reducirla en caso de no querer que las batallas non interrumpan constantemente mientras nos movemos por el mapa (hasta el punto de poder desactivar totalmente la aparición de los combates aleatorios).
El otro aspecto es aumentar la velocidad a la que se desarrollan los combates hasta un x8, lo que hace que los enfrentamientos con enemigos “masilla” sean mucho menos pesados. Esto, sumado a la posibilidad de hacer que estos se desarrollen de forma automática a través de ciertos patrones, dinamiza mucho las batallas, lo que es de agradecer cuando toca grindear combates.
En resúmen, Bravely Default posee un sistema de combate clásico pero adaptado a los tiempos actuales, muy estratégico, divertido, dinámico y que engancha como pocos. En este aspecto el juego es, secillamente, excelente.
Un mundo por explorar lleno de aventuras por vivir
Como buen JRPG la exploración es otro de los pilares de Bravely Default, más teniendo en cuenta la gran variedad de localizaciones que hay en la aventura. Es importante hablar con todos los NPC’s que te encuentres por el mundo, ya que además de encontrar objetos y recursos escondidos, los diálogos con docenas de personajes que forman parte de cada pueblo, aldea o lugar determinado que visites activarán misiones secundarias y darán con personajes importantes que ampliarán aún más el trasfondo y la trama del juego aportando mucha información relacionada tanto con la historia de Luxendarc, como sobre el argumento principal del juego; incluso en algunas ocasiones, te ayudarán a conocer mejor el pasado y las motivaciones de los cuatro protagonistas.
El mundo es enorme y precioso y se disfruta especialmente si activas el modo 3D de la 3DS. Merece la pena dedicar tiempo a explorar y disfrutar de la enorme belleza plástica que ostenta la aventura.
La palma se la llevan los escenarios prerrenderizados, bosques, mazmorras, castillos, pueblos y aldeas o zonas más exóticas… su belleza es simplemente embriagadora y todas han sido magníficamente creadas, con un estilo que se asemeja a un cuadro pintado a mano, para acoger esta aventura. Es habitual quedarse embobado, simplemente contemplando la escena que tienes como telón de fondo. Te recomiendo que, estando en las ciudades, cuando andes por las por las calles, deja de moverte y espera unos instantes, verás como la cámara hace un Zoom Out alejándose para mostrar una preciosa panorámica de todo el conjunto de la ciudad; simple y llanamente espectacular.




Y es que el apartado visual de Bravely Default sólo puede describirse como imponente y es uno de los principales puntos fuertes del Juego. Su diseño artístico bebe directamente de ese Final Fantasy: The Four Heroes of Light del que te hablaba antes y el conjunto luce precioso, como si de un cuento se tratase.
En cuanto al efecto 3D de la versión original para Nintendo 3DS, aunque yo no soy muy amigo de las 3D, tengo que reconocer que este título, junto al primer Resident Evil Revelations, es uno de los que impresionan cuando hacen uso de dicho efecto. Merece la pena jugar unos minutos con el efecto estereoscópico al máximo, aunque sólo sea por probar, porque disfrutarás de una sensación de profundidad conseguidísima, generando la sensación de estar viendo la aventura de Agnes, Tiz y compañía a través de una pequeña ventana.
Finalmente, los personajes tienen un aspecto que se encuentra a medio camino entre el look Super Deformed y una estética algo más estilizada; se nota el especial mimo que Silicon Studio ha volcado en su diseño, consiguiendo que todos y cada uno de ellos (tanto los protagonistas como los antagonistas), tenga un carisma y personalidad arrebatadores, fruto tanto de su aspecto como de la gran expresividad que muestran.
Una banda sonora memorable
En cuanto al sonido, raya a la misma altura que el apartado visual. El artista que ha creado la banda sonora es Revo, músico que, aunque quizá no te suene demasiado, posee una trayectoria musical de escándalo, en la que destacan, por ejemplo, los temas ”Suteki da ne" de Final Fantasy X, y "Plains of Eternity" de Final Fantasy XIII-2.
Revo firma una banda sonora que contiene más de 60 pistas que mezclan piezas de corte clásico ambientales, con otras más dramáticas, dedicadas a los antagonistas y las batallas contra los jefes finales. Todas presentan un cautivador aire épico y de nostalgia que vale la pena escuchar tranquilamente desde nuestro equipo de música.
La polémica
Mucha gente desconoce que Bravely Default tuvo más de una versión: la original fue lanzada sólo en Japón y recibió varias críticas en aspectos técnicos, jugables y, sobretodo, en la su parte final de la historia que no terminó de convencer.
Por ese motivo se relanzó el juego, en una versión mejorada llamada en Japón Bravely Default: For the Sequel, que es también la versión del juego que recibimos en occidente y que todos conocemos con el nombre Bravely Default: Flying Fairy. Esta incluía muchas mejoras incluyendo el apartado gráfico que mejoraba ostensiblemente, mejoras jugables (como más ranuras de guardado y opciones en los combates), modificaba algunos elementos (sobretodo referente al poder de algunos oficios) e incluía algunas novedades para mejorar la experiencia.
Una de estas mejoras fue revisar el último tramo del juego que, aunque mejora el resultado, no es todo lo bueno que uno podría esperarse. Lo que se hizo fue añadir una suerte de “día de la marmota” que a pesar de que ese loop temporal haga avanzar la historia y presente algunos cambios, hay que admitir que hace que el juego se vuelva algo repetitivo. Tanto prensa como jugadores criticaron mucho esta decisión de diseño, algo que puedo entender, pero como argumentalmente está justificado (y de hecho me parece que es indispensable para desarrollar bien la historia y que esta sea comprensible) y combatir en este juego es tan divertido, personalmente no lo percibí como algo tan negativo como he leído en otros análisis.
Conclusiones Finales
De Bravely Default sólo puedo alabar virtudes, es un juego imponente desde casi cualquier punto de vista que sea analizado, siendo una de esas aventuras que entran por los ojos y que más tarde atrapan sin remedio tanto por su argumento como por sus cualidades jugables.
Silicon Studio, dió el Do de pecho con este juego y puso en evidencia que, en una época en la que las franquicias más conocidas del género intentaban alejarse de la fórmula más tradicional del JRPG y que muchos declaraban que éste tipo de juegos tan sólo interesaban a un pequeño nicho de jugadores y jugadoras, aún había espacio para el JRPG clásico y Bravely Default, con sus muchísimas virtudes y a pesar de sus innegables defectos, fue el estandarte perfecto para demostrarlo.
Te gustará si te gustó: Los Final Fantasy entre el 1 y el 6, Chrono Trigger o el mucho más actual Octopath Traveller 2.
Idioma: Español.
Duración: 80 horas si vas a por la aventura principal y te entretienes con las secundarias principales; más de 100 si eres completista.
PEGI 7.
Una interesante visión del Bravely la verdad, es uno de mis eternos pendientes porque se me hacía muy pesado jugarlo en las primeras horas y lo acabé aparcando y me gustaría en algún momento retomarlo...
Eso sí, me sorprende que te mola la parte del loop, he oído auténticas pestes de esa parte llegando hasta arruinarle a muchísima gente cercana el juego, así que habrá que ver por uno mismo a qué acaba llegando jaja
¡Muy buen análisis!