Análisis: SEGA 3D Classics Collection
Posiblemente las mejores versiones de estos nueve clásicos de Mega Drive.
La emulación en el mundillo de los videojuegos es siempre un tema polémico. Las tensiones que genera el submundillo de las roms residen en puntos muy diversos: su legalidad, ética, su justificación en aras de la preservación, etc.
Conocedoras del interés de los aficionados por rememorar o descubrir las antiguas joyas del pasado, las compañías han movido ficha, poniendo a nuestro alcance multitud de títulos de tiempos ya remotos gracias a las plataformas para la adquisición de juegos en formato digital o incluso mediante servicios de suscripción como Nintendo Switch Online, Playstation Plus en su tier Premium o el omnipresente Gamepass de Xbox.
Bien sea por cariño y nostalgia o bien por descubrimiento, lo retro ha llegado para quedarse en esta fórmula. La pregunta entonces es: ¿está justificado el cobro de un dinero, muchas veces percibido como elevado, por unos videojuegos de hace ya más de dos décadas? porque la principal queja que tienen estos juegos digitales hoy en día es que son emulaciones por las que se cobra cuando todos sabemos que este mundillo está abierto a coste cero desde hace muchísimos años.
Una forma que quizá se te pasó por alto y que algunos dejaron escapar en su momento, pensando que “eran simplemente emulaciones a 5€” es la colección 3D Classics que tuvo dos vertientes en Nintendo 3DS: una más asociada a Nintendo, frecuentemente con juegos de NES reconvertidos y, otra más ligada a Sega, con exponentes de Mega Drive y la factoría arcade de la compañía, renacidos para la ocasión.
De esta segunda línea es de la que quiero hablarte hoy, y aunque hay hasta una veintena de títulos que han pasado por dicha serie, me enfocaré en el recopilatorio en formato físico con una decena de ellos: la Sega 3D Classics Collection.
¿Qué es lo que hace especial a estas versiones hasta el punto de justificar pagar por el recopilatorio en versión física ? Hay diversas características en estas versiones que hacen que estos clásicos no sean exactamente los mismos de antaño, aunque el más evidente y llamativo es, como no podía ser de otra forma esa característica qué hace única a esta máquina: el efecto 3D.
Vivir las primeras aventuras de Sonic, las batallas de Galaxy Force II o las carreras de Power Drift desde un nuevo prisma, con un efecto tridimensional bastante logrado (y que rivaliza con el de producciones “grandes” para el catálogo de la portátil de Nintendo), es uno de los puntos fuertes de estos 3D Classics de Sega. Correr por Green Hill con esta opción subida al máximo es toda una nueva experiencia y rejugar cualquiera de estos clásicos con nuevos ojos, más tridimensionales que nunca es sorprendente. Una máquina se define por sus funciones, pero no siempre éstas son explotadas, los 3D Classics cumplen con ese objetivo de manera notable. Sólo por eso el viaje ya es algo distinto, es algo nuevo.
Pero la cosa, por supuesto, no se queda ahí: Todos los 3D Classics de Sega añaden diversas opciones en un menú nuevo para la ocasión. Opciones que van desde el control por movimiento, hasta la posibilidad de usar el famoso spin dash de Sonic (abajo+cualquier botón) en la primera entrega de la saga, cuando se incluyó en la segunda. Eso no hay emulación que lo ofrezca, y la jugabilidad cambia tanto, que se sienten como experiencias que, si bien no son nuevas, sí tienen un sabor distinto al original, aunque te lo conozcas al dedillo.
Otro cambio jugable importante es la posibilidad de salvar la partida en cualquier momento, en todos ellos (si bien es cierto que esto cualquier emulador lo ofrece hoy en día). Nadie dice que no puedas jugar como antaño a estos títulos, de un tirón y sin guardar, pero es una pequeña muestra más de que la tecnología moderna y los tiempos que corren modulan lo clásico en estos casos: poder repetir las veces que quieras el mismo jefe final no tiene precio; o sabiendo que esa partida no va a acabar en un Game Over, después de media docena de duras fases, por un descuido. Quizá los jugadores más hardcore lo vean como algo innecesario, pero ayuda a acercar esos juegos, esas joyas, al público menos preocupado por la pureza de la experiencia clásica.
Además, como mínimo, siempre nos encontraremos el selector de versión entre la internacional y la japonesa; y aunque las diferencias entre una y otra no siempre van a ser evidentes y menos aún para el público más generalista, es un detalle poder elegir entre ambas.
Otra característica también presente que gustará (¡y mucho!) a los entendidos en Mega Drive es la opción de elegir qué chip de sonido queremos que emule el juego: el de Mega Drive I o II. Por si no lo sabías, no eran iguales y el de la primera versión de la bestia negra de Sega tiene mucha mejor fama en cuanto a calidad y limpieza de audio. Es bastante interesante que hayan añadido esta posibilidad y, desde luego, todo un guiño para los más aficionados a la consola de 16 bits de Sega.
Siempre nos quedarán más opciones por exponer, como por ejemplo la posibilidad de no perder todos los anillos en los Sonic o tener varios modos de disparo (puntual, sostenido…) en Fantasy Zone, por poner algunos ejemplos. Hay demasiadas para citarlas todas, pero creo que queda claro que te permiten configurar muchísimas cosas que no podrías en el juego clásico o en las emulaciones, al menos de forma sencilla.
Lo que os quiero decir con estos párrafos es que las versiones 3D Classics de estos mitos de Mega Drive son posiblemente las mejores versiones que puedes escoger a la hora de jugarlos, y que la versión en físico de SEGA 3D Classics Collection no se trata del enésimo sacacuartos de las compañías por viejas glorias. No se trata de una emulación 1:1 sin ningún añadido, si no que son versiones fieles a las originales si las configuras así, pero con tantas nuevas opciones y posibilidades disponibles, que abren una nueva ventana de sensaciones para estas maravillas jugables.
No queda más que loar la iniciativa de Sega y M2 (los programadores, habituales de todo tipo de remasterizaciones de juegos añejos) y el buen hacer y tino que han tenido con estas ediciones. Han conseguido un buen ejemplo de lo que se puede hacer en este campo de traer viejas joyas a la palestra, manteniendo un precio similar al que se suele pedir por ellas en sus versiones originales sin añadidos.
Si fuiste fan de Mega Drive y/o de los juegos estilo arcade de Sega, si te gustan Altered Beast, Sonic the Hedgehog, Fantasy Zone o Thunder Blade entre otros, no veo los motivos por los que no querrías disfrutarlos bajo esta serie. Si no los conoces y te llaman, no encontarás mejor opción, especialmente en el terreno portátil, para vivirlos por primera vez con muchas características que hoy son casi obligatorias. Así sí da gusto comprar (o volver a comprar, como es mi caso) estas maravillas.
Te gustará si te gustó: Los clásicos arcade de Sega y los juegos de Mega Drive.
Idioma: Español.
Duración: Infinitas horas de diversión.
PEGI 7.