Este es un artículo que disfrutarás más si te pones los auriculares y mientras lo lees escuchas la música que te propongo a continuación.
"Una idea es como un virus, resistente, muy contagiosa. La semilla más pequeña de una idea puede crecer. Puede crecer para definirte o destruirte”… esta mítica frase que Dom Cobb sentencia en Origen (Inception) de Nolan es casi perfecta para definir esta historia en primera persona que Campo Santo nos regaló en 2016, y digo regalado porque poder jugar obras como esta es un auténtico regalo para cualquier jugador que esté en esto de los videojuegos para vivir historias.
Firewatch es un juego tremendamente sincero (casi demasiado) con el jugador y tiene como único objetivo hacerte partícipe de una historia madura e interesante mientras consigue impostar en tu cerebro ideas, sensaciones y emociones; hasta el punto que la historia se potencia no por lo que sucede en pantalla, si no por lo que sucede en tu cabeza. De hecho su propuesta es toda una lección de humildad para quien maneja el gamepad, planteando de forma sutil pero firme un: ¿te creías muy listo/a, verdad?.
El prólogo, una microaventura de texto con una carga argumental demoledora presenta a Henry (el protagonista) y a su esposa Julia: cómo se conocieron, cómo evolucionó su relación durante quince años (con sus buenas y malas épocas) y cómo Henry afrontó como pudo uno de esos duros golpes con los que la vida desgraciadamente a veces te sorprende. Tras tan desgraciado suceso Henry, tras tomar una serie de decisiones vitales cuestionables que lo han dejado mental y emocionalmente roto, decide aislarse (no queda muy claro si para huir de su pasado o para recuperarse de lo que le ha sucedido) aceptando un trabajo de guarda forestal en una reserva natural en Wyoming.
Estos quince impresionantes primeros minutos asientan los cimientos emocionales sobre los que Campo Santo construye la narrativa del juego en un ejercicio que sorprende por el impacto que consigue y por lo hecho polvo que te puede dejar una introducción así; tanto por lo rotundo de su contenido como por la forma en la que está contado.
Después de ese segmento inicial Firewatch es un juego sencillo. Tambaleándose en el borroso filo que separa una aventura de un Walking Simulator, recorres el parque natural realizando tareas típicas de un guarda forestal con la única compañía de la voz de Delilah, tu supervisora, con la que te comunicas a través de un Walkie Talkie.
La relación que estableces con ella es muy creíble, muy “de verdad”, todo gracias a un guión y unos diálogos escritos de forma excelsa y una interpretación sublime por parte de Rich Sommers (Henry) y Cissy Jones (Delilah), que están simplemente perfectos en lo que sólo se puede describir como una de las mejores interpretaciones de voz que jamás se han hecho para un videojuego.
Delilah es maravillosa, se siente tan real que en más de una ocasión te sorprendes al quedarte sin saber que contestar a sus preguntas, o intentas dilucidar la opción de diálogo que desvíe sutilmente el tema porque no quieres hacerla sentir mal o que se ofenda. Tal es el punto de empatía que genera este personaje que cuando hace un rato que no hablas con ella intentas contactar tú con el Walkie sólo para escuchar su voz, porque la echas de menos de verdad; y cuando es ella que se pone en contacto, no por nada en concreto, solamente para hablar contigo, te descubres esbozando una sonrisa adolescente. En estos momentos no manejas a Henry, Henry eres tú.
Precisamente para reforzar esta personalización y dar para dar fuerza al conjunto, Firewatch utiliza la perspectiva en primera persona. Campo Santo confía, sin ningún atisbo de duda, en la fuerza de lo que tiene por contar y razones no le faltan; quiere que te metas en la mente de Henry, que te transformes en él y que sientas lo que siente él (o qué él sienta lo que sientes tí) y de ahí la elección de usar esta vista subjetiva. Pocos juegos entienden la primera persona como lo hace Firewatch, convirtiendo esta perspectiva como un elemento imprescindible para la narrativa y la relación jugador/personaje.
Y aquí es donde entra en juego la historia, porque obviamente no todo iba a ser limpiar el bosque, abrir senderos y espantar a campistas ruidosos. En cierto momento, un suceso, un inesperado giro de guión, desata con fuerza una oleada de misterio e incertidumbre que afecta, de forma muy profunda a Delilah, a Henry y por extensión, a tí. Esa semilla de la que hablaba Di Caprio en Origen, empieza a germinar y por primera vez eres conscientes de que todas esas pequeñas acciones y decisiones que parecían carecer de importancia en realidad estaban plantando un brote en tu mente, sin que te dieras cuenta y que, efectivamente, sí van a tener un impacto importante en el devenir de los hechos. Firewatch provoca un Inception en toda regla, la magnitud del cual no eres consciente hasta el final del juego.
Y aquí, la sinceridad de Firewatch entra en juego, estrellándose contra (y derribando) el muro de tu experiencia como jugador/a, porque a alguien como tú, con un currículum jugable tan extenso, lleno de aventuras vividas, de mundos y reinos salvados de amenazas terribles, de batallas contra criaturas imposibles y de situaciones épicas extraordinarias, es muy difícil pillarle desprevenido, porque te las sabes todas.
Entonces todas esas teorías, explicaciones y conspiranoias que habías construido en tu mente, comienzan a desmoronarse una tras otra mientras tu mente te resiste y te dice que no te creas lo que está sucediendo, que no es posible, que tiene que haber algo más… porque siempre hay algo más. Cuando lo hayas jugado lo entenderás.
Este juego me encantó. De los mejores juegos narrativos a los que he jugado. Para mí un imprescindible.
Hola! Aquí leyéndote por primera vez. Me gustó mucho tu recomendación. Lo vi en el gamepass de xbox hace algún tiempo pero lo ignoré por completo, pues creí que era un indie más en la marea enorme de juegos que tiene esta plataforma. Seguro lo pruebo. Gracias por tu tiempo en dar esta recomendación 😊.